Autor: Ramón Gómez de la Serna.
Era poderosa y aristocrática, pero tenía la obsesión de las cucharillas. Es esa una cleptomanía corriente, sobre todo en los palacios reales, y por eso hubo reyes que cambiaron las de oro por otras de similor, para evitar que se llevasen costoso” recuerdo de S. M.’
Poseia cucharillas de los mejores hoteles del mundo, de las casas más nobles -con el escudo en el agarradero–, y hasta algunas arrancadas a las colecciones napoleónicas.
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